lunes, 14 de abril de 2008

Hideshi Hino

Este es mi segundo reportaje en el blog.
Lo dedico a un dibujante que me gusta mucho, Hideshi Hino.




Hideshi Hino nació en 1946 en Chichiharu, Manchuria, durante el periodo de descolonización japonesa del país. Al finalizar la retirada de tropas y colonos, su familia se trasladó a la prefectura de Gunma en Japón, pero pronto se mudaron a Itabashi, en Tokyo.Pronto se trasladó con su madre a Tokyo, donde el clima de posguerra que se respiraba en Japón.Su primer contacto con el manga se produjo con Sugiura Shigeru, una obra por la que se interesó por la comedia ninja, pero más adelante se decantó más por el mundo del cine, sobre todo por piezas ambientadas en el Japón feudal. Akira Kurosawa era un nombre notable dentro de ese campo, pero quien realmente supuso un profundo impacto en Hideshi Hino fue Masaki Kobayashi con su Seppuku (1962). El crudo realismo del film provocó que Hino comenzara a plantearse una carrera como director de cine. No obstante, el periodo Edo es una etapa de la historia más compleja y difícil de retratar de lo que pensaba. Por esa época aparecieron Ninja Bugeicho y Kamui Den, de Sanpei Shirato, dos mangas que cambiaron la concepción del autor por el realismo y el espectáculo que se podía desprender del cómic. Así fue cómo, estando en la escuela, cuando sus dibujos captaron la atención de sus compañeros de clase, Hino consideró seriamente la posibilidad de forjarse una carrera profesional como artista de manga.Al principio, Hino se inclinaba más por la ambientación histórica, la ciencia ficción y la comedia. A los 21 años debutó en la revista Com (publicada por Mushi Production, la compañía de Osamu Tezuka) con Tsumetai Ase (Sudor frío), una comedia sobre una casa de té en el periodo Edo. Aunque poco le duró el entusiasmo, pues el relativo éxito de su Doro Ningyo (Muñecos de fango), la historia de unos niños nacidos con deformidades a causa de la polución, le hizo replantearse su trayectoria y realizar un cambio hacia el terror. Con la lectura de los relatos breves de El hombre ilustrado de Ray Bradbury, Hino quedó fascinado por la sugerente mezcla de horror y cuento de hadas.
De ahí surgió Zoroku no Kibyo (La extraña enfermedad de Zoroku), la estremecedora historia de cómo el solitario Zoroku se contagia de una misteriosa enfermedad que da lugar a una exhibición detallada de coloridas y asquerosas erupciones. Nada a lo que ahora mismo no estemos habituados, sólo que esta obra fue publicada en 1969 dentro de la revista infantil Shonen Gaho. El exitoso impacto de un relato tan grotesco sobre el público propició que otras muchas revistas se interesaran por el autor.A partir de ese momento, Hideshi Hino se convierte en un referente del manga de terror. Las situaciones más escatológicas se aderezan con las enfermedades más vomitivas, con los personajes más desagradables, una mezcla de horror y humor con tintes morbosos. En el caso de El niño gusano tenemos el ejemplo perfecto de exacerbación de la discriminación social. El pequeño protagonista sólo encuentra refugio de las burlas de sus compañeros de colegio y de los desprecios de su propia familia en un vertedero de basuras donde huye para reunirse con todas las mascotas que ha recogido de la calle. Un día es mordido por un ignoto gusano rojo, cuya picadura inicia una serie de drásticos cambios en el niño hasta el punto de convertirle en un gigantesco e incomprendido gusano. El enternecedor viaje que emprende entonces el niño gusano sirve de contraste al verdaderamente repulsivo comportamiento de otros dementes protagonistas de este manga, segunda entrega de la colección de Hideshi Hino que nos trae La Cúpula.
En el terreno cinematográfico es director de las entregas Flowers of Flesh and Blood / Chiniku no hana (1985) y Mermaid in the Manhole / Manhoru no naka no ningyo (1988), de la serie de culto ultragore Guinea Pig.



A lo largo de 13 relatos, Panorama Infernal nos invita a otro descenso a los infiernos, a otro viaje al corazón del mal. Y digo viaje porque ese descenso hay que recorrerlo, poco a poco, paso a paso; y creo que eso es lo que distingue a Hino: la lentitud de la caída, la levedad de esa inmersión en la profundidad de las cloacas humanas. En el mal no se cae. Al mal se llega.




Hino nos cuenta la historia de dos hermanas separadas al nacer. Una de ellas, es un precioso bebé mientras que la otra es un ser deforme que se alimenta de sangre únicamente. El padre, espantado, abandona al bebé monstruoso en un vertedero donde muere. Sin embargo, debido a un demoníaco encantamiento, resucita e inicia una lucha por su supervivencia que la llevará a convertirse en la reina del vertedero. Pasados los años, la criatura intentará buscar a su familia, dejando por el camino una estela de cadáveres. Cuando al fin se produce el encuentro con su hermana, los demonios que la resucitaron le plantearán a la criatura un dilema entre su supervivencia y su humanidad.





Extraña vida después de una horrible muerte…Yosuke Shinkai no puede recordar nada de su vida anterior, y todo lo que tiene en este momento es un cuerpo que va descomponiéndose rápidamente… Tras encontrarlo en la orilla de una playa, los médicos lo aislan para poder encontrar una razón de porque ha vuelto a la vida sólo para volver a sufrir una muerte lenta y dolorosa. Pero Shinkai sabe que tiene poco tiempo, y está dispuesto a todo por descubrir quien era él realmente cuando vivía, y porque se ha convertido en un muerto viviente…





Hace mucho tiempo, en un recóndito páramo del país de Saru había una balsa a la que se dirigían todos los animales moribundos.La gente de los alrededores la llamaba la Charca del Sueño y ninguno se atrevía a acercarse. En la aldea junto a la charca vivía Zoroku, un campesino que nunca había sido muy listo. Un día, a Zoroku, siempre dibujando o perdido en sus pensamientos, le salieron en la cara pústulas con los siete colores del arco iris. La habitación de Zoroku pronto estuvo literalmente inundada de pus y sangre...



Es una obra breve pero intensa y redonda. Hino declara en el prólogo a este libro que su intención era producir en el lector un profundo desasosiego. Similar al que infiere una enfermedad. Lo logra haciendo uso de los elementos que a todos nos repugnan: el pus, los gusanos, las culebras, la deformidad, el parto y la sangre.... De hecho, él mismo cuenta que cuando estaba sumido en la creación de esta pesadilla de papel, él mismo tuvo que acudir al médico porque sangraba por el ano por alguna sicosomática razón. No era para menos. Esta historieta produce verdadero miedo. Y eso que han pasado ya 22 años desde que apareció en Japón.

5 comentarios:

Laura Gómez dijo...

qué gracioso con la barretina! a ver si me leo algun manga de él

SPM dijo...

sera catalán?

Unknown dijo...

es de Santaco

SPM dijo...

Este maldito manchurriano

DAVID MEYHEM dijo...

Un catalan con cara de japones. Esto tendría que estar en curiosidades.