Desde que la lobotomía es un delito y el se vio relegado a trabajar en el anonimato el trabajo se le ha multiplicado por dos.
Cada día recibe docenas de llamadas que piden una lobotomía, al no tener consulta propia se desplaza en furgoneta a casa de los clientes.
Muchas veces son mujeres que no soportan mas a sus maridos y quieren que les hagan una limpieza neuronal, otras son padres que cansados de aguantar a sus hijos piden que se les abrase el cerebro, chicos que quieren vengarse de las putas de sus ex_novias y piden un lavado cerebral completo . Y así podríamos pasarnos el día entero.
Hoy toca abrasar el cerebro a un chico de unos 12 años que según sus padres es hiperactivo o puede que esa sea la excusa para dejar vegetal a un hijo no deseado. De todas formas a el eso poco le importa, lo mismo que el dinero que cobra por cada sesión, lo que de verdad le gusta y por eso sigue haciendo lo que hace aunque sea ilegal es freir el cerebro a la gente, dejarlos atontados de por vida, disfruta de lo lindo viendo como sale humo de sus cabezas, como su materia gris se vuelve totalmente negra.
El marido está asomado a la ventana, se gira por un momento para mirar a su mujer que está recibiendo una lluvia de huevos por parte de su hijo hiperactivo.
Marido- ya ha llegado.
Fuera en la calle, enfrente de la casa, acaba de aparcar una furgoneta blanca con un cartel impreso en los costados que pone “lobotomóbil”. De ella se baja un hombre de estatura normal, delgado, lleva puesta una bata blanca de laboratorio y un sombrero tipo jipijapa también de color blanco, con una de sus manos tiene agarrado el asa de un maletín metálico.
Pero su rostro es lo que realmente hace que no dejes de mirarlo; parece una calavera forrada de carne viva, sin nada de piel encima, se puede apreciar claramente su mandíbula superior de la inferior y sus deformes dientes sucios. Sus ojos , quiero decir su ojo, es pequeño y parece estar hundido y la otra cuenca donde debería haber otro ojo, no hay nada en absoluto, un agujero negro. Su nariz es ancha y grande y es lo único que sujeta sus enormes gafas de pasta negra porque el hombre carece de orejas. Y lo único que le da un cierto aspecto de humano es el bigote de señorito que tiene debajo de su nariz y el mechón de pelos negros que caen sobre su frente.
Al entrar en casa lo primero que recibe es un huevazo por parte del niño hiperactivo. El hombre se saca un pañuelo del bolsillo superior de la bata y se limpia la cara con el. Para sorpresa de todos , la cuenca donde parecía que no tenía nada se acaba de iluminar con una pequeña luz roja. El hombre vuelve a guardarse el pañuelo en el mismo bolsillo de donde lo sacó, el mismo bolsillo done tiene colgada una tarjeta plastificada que pone “profesor L.”con su foto al lado.
Profesor L- pequeño bastardo. Contigo lo aré en modo manual.
Sin previo aviso el profesor L saca un arma de unos de los bolsillos de la bata y dispara un dardo sobre uno de los ojos del niño, inmediatamente el niño cae al suelo, totalmente dormido.
Al despertar, el niño observa que está atado de pies y manos en su cama, encima de el está el profesor L y en un ricón de la habitación observando, sus padres.
El profesor L tiene un pica hielos en una mano y una mazo de caucho en la otra. El niño intenta gritar pero tiene la boca cosida, cosa del profesor L.
Coloca la punta del pica-hielos en el conducto lacrimal del ojo derecho y con el mazo de caucho golpea un par de veces hasta que el pica-hielos atraviesa el ojo y llega al cerebro. Luego empieza a mover el pica-hielos de un lado al otro y en uno de los movimientos el ojo sale disparado hacia el suelo.
Profesor L- vaya, vaya. Nunca me había pasado. Señores Spencer, aparte de tener un hijo vegetal van a tener un hijo tuerto.
El matrimonio se encoge de hombros y le dicen que continúe.
El pica-hielos se sigue moviendo de un lado a otro, hasta que por fin se detiene, vuelve a golpearlo con el mazo y un chorro de sangre sale disparado hacia la cara del profesor L.
Profesor L- Se acabó. Este maldito bastardo no les volverá a dar por culo.
Al salir de la casa se giró por un instante, en la puerta estaba el matrimonio y el pequeño Jimmy, sentado en una silla de ruedas que sus padres habían comprado antes de la operación. Su boca ya no esta cosida, ahora esta abierta y babeante, su cuenca ya no esta vacía, ahora tiene papeles de periódico en el interior.
De vuelta a casa en su “Lobotomóbil” observa que la noche es mas oscura que nunca, las calles están desiertas, y en ese instante piensa que algo malo va a pasar.
Al llegar a casa se encuentra con lo malo que tenía que pasar. Su amada, su mujer zombi, la zombi que durante meses había adiestrado para que fuera su esclava sexual está arrodillada en el suelo recogiendo sus propios intestinos. El profesor L corre hacia ella dejando caer el maletín. La abraza con fuerza.
Profesor L- criatura, quien te ha hecho esto????
Al profesor L. se le a vuelto a encender la luz roja. Levanta la cabeza mirando al techo y con un puño en alto grita:
Profero L- Esto clama venganza!!!!!!!!!!
by David Meyhem
el lunes un nuevo episodio de Sociedad Psicópata
viernes, 25 de julio de 2008
SOCIEDAD PSICÓPATA capítulo 7
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1 comentarios:
Madre aquíhay debate.
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